Estamos en un momento crítico de la historia de la Tierra, en el cual la humanidad debe elegir su futuro. A medida que el mundo se vuelve cada vez más interdependiente y frágil, el futuro depara, a la vez, grandes riesgos y grandes promesas. Para seguir adelante, debemos reconocer que en medio de la magnífica diversidad de culturas y formas de vida, somos una sola familia humana y una sola comunidad terrestre con un destino común. Debemos unirnos para crear una sociedad global sostenible fundada en el respeto hacia la naturaleza, los derechos humanos universales, la justicia económica y una cultura de paz. En torno a este fin, es imperativo que nosotros, los pueblos de la Tierra, declaremos nuestra responsabilidad unos hacia otros, hacia la gran comunidad de la vida y hacia las generaciones.
Una buena gestión pedagógica, desde cada institución, puede impulsar proyectos ambientales, interdisciplinarios que desde las diferentes perpectivas de cada área educativa enfaticen en el desarrollo de capacidades, actitudes, habilidades, hábitos, que posibiliten en cada agente de la educación, empezando por los estudiantes, un comportamiento renovado respecto al ambiente que nos rodea.
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